lunes, 12 de abril de 2010

los primeros fenomenos de la vachata

Los primeros fenómenos de masa de la bachata: años sesenta y setenta
Como elementos del contexto, recordemos la influencia que ejercieron a comienzos de los años sesenta Julita Roos, Bienvenido Granda, Olimpo Cárdenas, asi como el ecuatoriano Julio Jaramillo y el puertorriqueño llamado El Jibarito de Lares (Odilio González), quienes exhibiero un estilo acelerado del bolero latinoamericano.
A la par con esas influencias fue que alcanzaron notoriedad intérpretes como Rafael Encarnación, José Manuel Calderón, Rafaelito Pimentel, Tommy Figueroa, Inocencio Cruz, Bernardo Ortíz y Luis Segura, quienes lograron niveles de proyección importantes desde principios del decenio. Encarnación se inició en 1963 con la grabación de dos temas, Muero contigo y Pena de hombre, y desde un principio constituyó el primer intérprete de gran impacto social de lo que para entonces se conocía como "canción de amargue". La popularidad de sus temas fue tan amplia y rápida que llevó "a los locutores de esa época a incluirlos en las programaciones regulares de las radioemisoras." En 1964 grabó los temas Loco anhelo, Castigo de amor, y Sin rencores, y su carrera quedó trunca al morir en un accidente el 23 de marzo de ese año, dejando grabados Ay qué amor y Logré olvidarte. El caso de Calderón también es relevante, puesto que su éxito atrajo la atención de artistas como Johnny Ventura, quien grabó con él. El éxito de Calderón lo recuerdan sus temas Declaración de amor ("Amorcito de mi alma"), Borracho de amor, Quema esas cartas y Condena. Bernardo Ortíz grabó con éxito el tema Dos Rosas.
El caso de Luis Segura, apodado luego El Añoñaíto por su forma de interpretación, es también ilustrativo. Se inició en el canto en 1964, con el tipo de canciones que después serían llamadas "de amargue", influido por Jaramillo, pero también por Calderón. Su primera grabación fue Cariñito de mi vida, tema que en cierto nodo causó furor en las clases populares y que sirió para proyectarlo hasta nuestros días. Desde entonces, su labor ha sido bastante fértil, llegando a grabar alrededor de treinta álbumes con temas propios hasta 1986. Su mayor elevación la tuvo en 1982, cuando Pena fue lanzadaal mercado y abarrotó campos y ciudades. Con ella comenzó la bachata a penetrar las discotecas y las emisoras, en su mayoría poco dadas a sonar ese género. La canción fue grabada por otros cantantes, varios de ellos no bachateros.
Con Posterioridad a esta primera promoción de la bachata, que podríamos considerar como fundadora en términos de producciones musicales, surgieron otros intérpretes con miveles de difusión considerables entre las capas campesinas y marginales urbanas, en las cuales la bachata ocupó tradicionalmente un lugar de preferencia. El alcance social de Radio Guarachita así lo atestiguab. Entre los más destacados de la segunda promoción citamos a Leonardo Paniagua, Theodoro Reyes, Ramón Cordero, Mélida Rodríguez ("Mélida La Sufrida"), Aridia Ventura, La India Baragonera, Julio Angel, Oscarr Olmo, El Chivo sin Ley, El Solterito del Sur, Esteban Mariano, Miguel Félix, Orlando Jiménez, El Pachá, Roberto Mesa, Pablo Martínez, Rafo Alcántara y Tony Santos. Con éstos se confundía Eladio Romero Santos, prácticamente el único, entre ellos, que se dedicó a la interpretación del merengue con guitarra.
El ascenso progresivo de la bachata encontró su base de apoyo empresarial en un hobre como Radhamés Aracena, dueño de Empresas La Guarachita, propietaria de Radio Guarachita, surgida el 14 de agosto de 1964 y que se convirtió en breve lapso en el medio por excelencia del género. Aracena tenía, además, un tienda de discos y una prensadora o fábrica de discos, con todo lo cual se convirtió en su principal promotor. Debe señalarse que hubo otros empresarios discográficos dedicados al género. Fue comercializando con la bachata que se inició Bienvenido Rodríguez, quien luego se convirtió en el principal magnate del negocio discográfico en el país, y uno de los principales promotores de la vertiente moderna del género, que se conformó en los años ochenta, bajo la denominación de Neobachata.
Así, desde un principio la bachata encontró canales de promoción y comercialización, contando con empresarios que contrataban los grupos, les hacían grabaciones y vendían sus producciones. En el caso de Aracena, sus niveles de inervención llegaban al grado de corregir la música y las letras, introduciendo los cambios que creía convenientes.
En otras palabras, la emergencia de la bachta y su conversión en fenómeno musical masivo, se entronca directamente con el nacimiento y desarrollo del mercado de la música en República Dominicana. Por eso mismo, pronto pasó a ser describió antes, puesto que, por lo general, los intérpretes de la bachata han sido personas de origen campesio o marginales urbanos, de escasa remuneración y bajo nivel educativo, cuando no iletrados.
Por otra parte, los costos de producción discográfica estaban lejos del alcance de estos intérpretes. Para 1989, el costo aproximado de una grabación oscilaba entre quince y diez mil pesos dominicanos, pese a lo cual, el promedio de grabaciones por año era de alrededor de veinte temas. La compensación de las inversiones estaba en los niveles de rentabilidad que proporcionan su comercialización y las contrataciones de los números musicales. Para ese año, sólo por Radio Guarachita se anunciaban cada semana unas veinticinco fiestas de bachata en el área del Distrito Nacional, lo cual sirve para tener un estimado de su alcance nacional, contando con el repaldo de las difusiones de estaciones de radio como la Guarachita en el Distrito Nacional, Radio Norte, Radio Ritmos y Radio Quisqueyana, en Santiago, Radio Barahona, Radio San Juan, Radio Anacaona y Radio Enriquillo, en el sur y casi todas las emisora de amplitud modulada del interior del país.
TEXTOS DE LA BACHATA, DE ESTE PAIS

JOAQUIN LUIS FRANCO FERNÁNDEZ 8/05/2007

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