lunes, 12 de abril de 2010

sierra de aracena

SIERRA DE ARACENA


Pueblos ocultos entre bosques y ríos
Es mundialmente famosa por la crianza del cerdo ibérico
La siea de Aracena, es una comarca con entidad propia desde que celtas, árabes, portugueses y soldados templarios ocuparan esta parte occidental de Sierra Morena y aprovecharan su suave clima para el veraneo y la caza. Hoy esta serranía del norte de Huelva es mundialmente famosa por la crianza del cerdo ibérico, del que proviene un exquisito jamón. Sin embargo, sigue siendo una zona desconocida para el turismo. Muchos de sus casi 30 pueblos continúan su apacible vida camuflados en estas dehesas montañosas, con bosques de ribera y de alcornoques, encinas, castaños y robles.

Por el río jabugo

Lo primero que sorprende es el verde intenso que llena sus valles y colinas. En otoño, la explosión de amarillos, naranjas y rojizos es espectacular. Uno de estos bosques rodean al pueblo típico andaluz de Castaño de Robledo. Guarda dos iglesias, la de Santiago Apóstol y la monumental iglesia inacabada, un edificio que debió terminarse en el siglo XIV y que tuvo un segundo intento en el siglo XVIII, pero que ahí se ha quedado, con su ladrillo rojo y su cúpula a medio hacer. Este es un punto perfecto para iniciar varios senderos a pie por los alrededores. Una excursión preciosa y sencilla es la que conduce hasta el río Jabugo. Está perfectamente señalizada y casi todo el tiempo irás cuesta abajo. Al final de la ruta es fácil ver martines pescadores y, en las aguas más limpias, nutrias. El punto final es Galarza, declarado Conjunto Histórico por sus calles empinadas, fachadas encaladas y sus famosas fuentes de ladrillo rojo y vistosos azulejos. Destaca también el templo neoclásico de la Purísima Concepción y la ermita del Carmen, en la que hay una talla de su patrona, atribuida a la imaginera Luisa Ignacia Roldán, La Roldana (1652-1704). Para una buena foto del pueblo, enclavado en un valle de castaños y frutales, sube a la ermita de Santa Brígida (siglo XV).

Platos en salsa

Galaroza es conocida por sus muebles andaluces, sillas de enea, camillas y las típicas almonteñas, que puedes encontrar en los talleres a la entrada del pueblo. Para comer, el hostal Toribio, cerca del Ayuntamiento, pertenece a la tercera generación de una familia dedicada a la hostelería desde 1950. Y para tapear, en el bar la Fuente, más conocido como casa Rafalito, degusta oreja o carrillera en salsa, jamón con tomate y sus papas bravas.

Quédate a dormir en un cortijo de verdad, con ganado y cultivos ecológicos. Huerta Santa María (686 88 99 16) es un antiguo retiro eclesiástico de principios del siglo XVII rehabilitado, que ofrece habitaciones dobles o la vivienda completa (entre 60 y 150 €).

Desde la peña de Arias Montano hay un mirador natural a la sierra, junto a una ermita del siglo XVI. A sus pies, verás las calles estrechas y empedradas de Alájar. En su plaza, siéntate al sol en cualquiera de sus dos bares. Ponen jamón o chacinas a un precio razonable. A 1 km, las casas rurales del Molino Río Alájar (959 50 12 82. Desde 225 €/fin de semana para dos), son una buena base para continuar por el sur del parque natural, que encierra rincones, como los Chorros de Joyarancón, una cascada de la que nace el arroyo de la Ribera de Santa Ana, jalonada de antiguos molinos. El sendero, de unos 20 minutos a pie, comienza a menos de 1 km del pueblo de Santa Ana La Real, con un improvisado museo de chimeneas sobre sus tejados. Las campanas de su iglesia de Ntra. Sra. Santa Ana, decorada con la típica cerámica vidriada, siguen anunciando todos los acontecimientos. En sus tres restaurantes podrás probar su particular estofadillo, un guiso de papas y cerdo, o el potaje de habichuelas con bacalao.

23/06/2007 JOAQUIN LUIS FRANCO FERNÁNDEZ

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